2. Definición
del Psicólogo Clínico y de la Salud
Consecuentemente con la definición propuesta de Psicología
Clínica y de la Salud, definimos el Psicólogo Clínico y de la Salud como el
psicólogo que aplica el conocimiento y las habilidades, las técnicas y los
instrumentos proporcionados por la Psicología y ciencias afines a las
anomalías, los trastornos y a cualquier otro comportamiento humano relevante
para la salud y la enfermedad, con la finalidad de evaluar, diagnosticar,
explicar, tratar, modificar o prevenir estos en los distintos contextos en que
los mismos puedan manifestarse.
3.
Características a destacar de las definiciones
En las definiciones propuestas, cabe llamar la atención o
destacar las siguientes características. Ante todo, conviene resaltar que la
Psicología Clínica y de la Salud constituye un campo de especialización de la
Psicología, aparentemente el más relevante si se toma en consideración el
número de psicólogos que realizan sus funciones en este campo, mayor que el de
cualquier otro ámbito aplicado de los actualmente existentes. La consideración
de disciplina especializada de la Psicología conlleva, por su parte, la
inseparable característica de que los expertos que la practican han de ser
necesariamente Psicólogos con una formación complementaria especializada en el
ámbito de la Psicología Clínica y de la Psicología de la Salud, de acuerdo con
el ordenamiento legal que actualmente esté vigente en nuestro país.
El nuevo ámbito de la Psicología Clínica y de la Salud
integra, por su parte, dos campos de especialización separados previamente
existentes: la Psicología Clínica y la Psicología de la Salud, dedicadas
específicamente, una a los trastornos considerados clásicamente clínicos o
mentales y la otra a los fenómenos y problemas psicológicos en su relación con
los problemas médicos o de salud en general. Todo ello, de acuerdo con la
visión holística e integradora actualmente mantenida tanto sobre la salud como
sobre la enfermedad como un todo integrado biológico, psicológico y social.
En cuanto a los principios, los conocimientos, las técnicas y
los instrumentos que la Psicología Clínica y de la Salud aplica, en la
definición se especifica que estos han de ser científicos, indicando con ello
que aunque ésta constituye más una disciplina aplicada que una ciencia básica,
los conocimientos en que se fundamenta han sido derivados científicamente, al
igual que la totalidad de los conocimientos que constituyen la actual
Psicología, definida como la ciencia dedicada al estudio de la conducta o el
comportamiento humano a través de las distintas manifestaciones en que éste
pueda tener lugar (cognitivas, emocionales, motoras o manifiestas y
psicofisiológicas en general) y a la aplicación práctica y positiva de este
conocimiento en los distintos ámbitos o contextos en que los sujetos humanos
pueden desenvolverse.
Respecto a los fenómenos a los que se aplica o que
constituyen el centro de atención de la Psicología Clínica y de la Salud, éstos
son, en primer lugar, las denominadas anomalías o trastornos mentales o del
comportamiento, entendidos éstos en un sentido amplio del término y no sólo en
el estrictamente psicopatológico y más restringido habitualmente concedido en
los manuales estandarizados de clasificación de trastornos psicopatológicos del
tipo de la CIE-10 (OMS, 1.992) o del DSM-IV (APA, 1.994). Además de los
comportamientos anómalos o alterados, la Psicología Clínica y de la Salud
estudia y toma en consideración, igualmente, cualquier otro tipo de
comportamiento que sea relevante para los procesos de salud y enfermedad, sea
éste normal o patológico y referido tanto a un individuo como a un grupo.
En este mismo sentido, conviene llamar la atención sobre el
hecho de que la Psicología Clínica y de la Salud no sólo se aplica o toma en
consideración los fenómenos o procesos anormales o patológicos, sino que
estudia y se aplica igualmente y cada vez con más dedicación, a los procesos y
estados de salud y bienestar, tanto de los individuos como de los grupos
humanos, tratando de asegurar los mismos o de reinstaurarlos en caso de que
éstos se hubieran perdido, de acuerdo con las importantes funciones
complementarias de prevención y de educación para la salud desarrolladas
igualmente por la Psicología Clínica y de la Salud.
Entre las múltiples funciones que incluye o desempeña la Psicología
y los Psicólogos Clínicos y de la Salud, destacan, como se recoge en la
definición, las siguientes: evaluar, diagnosticar, explicar, tratar, modificar
y prevenir. Estas funciones incluyen, en general, la práctica totalidad de la
actividad normalmente desempeñada por el psicólogo que trabaja en este ámbito,
con la excepción, quizás, de la deseable actividad investigadora que los
psicólogos clínicos y de la salud también deberían realizar en sus respectivos
ámbitos aplicados. Estas funciones serán descritas posteriormente con una mayor
amplitud en este documento.
En la definición se menciona, por último, que la actividad
desempeñada por la Psicología o por el Psicólogo Clínico y de la Salud puede
ejercerse o aplicarse en muy distintos y variados contextos, en concordancia
con la complejidad y variedad del comportamiento y de la actividad humana y no
sólo en el ámbito restringido del Centro Clínico, del Servicio de Salud Mental
o del Hospital en general, aunque estos continúen siendo los principales ámbitos
de aplicación de la misma.
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