lunes, 9 de febrero de 2015
I
Lo cuestionable de la educación tradicional
no es el marcado interés por las condiciones
externas que intervienen en el proceso educativo.
Lo negativo de ella es que pone en segundo
lugar, si no en el último, a los intereses y necesidades
de los educandos. Esto es, no se considera
ni se tienen en cuenta los procesos psicológicos
internos del alumno, tales como: su
aprendizaje, su motivación, su percepción, su
memoria, su inteligencia particular, entre otros.
Se tiene la equivocada idea de que mientras
mejor o mayor es la cantidad de materiales, de
metodologías, de contenidos o de instrumentos,
el éxito educativo está garantizado. En otras
palabras, es nula, o casi nula, la relación existente
entre las condiciones objetivas del aprendizaje
y el individuo objeto del aprendizaje.
No se debe deducir, ni siquiera suponer,
de lo dicho en el párrafo anterior que la educación
actual deberá entonces invertir la atención
prestada a los componentes intervinientes en el
acto educativo. Sería un gravísimo error prestar
ahora todo nuestro interés a las condiciones internas
de los estudiantes y dejar en segundo luIMPORTANCIA
DE LA
PSICOLOGÍA EDUCATIVA
en la formación del Profesional en Educación
Alexander Príncipe
El error de la educación tradicional es no tomar en consideración los procesos
internos del estudiante. Una de las características del verdadero profesional en
educación será, entonces, el conocimiento de las condiciones internas del individuo,
con la finalidad de propiciar aprendizajes de calidad.
gar, si no en el último, a las condiciones externas
educativas. Lo que se quiere sugerir y lo
que se debe hacer es poner la atención debida a
estos dos elementos, entendiendo que ninguna
posición extrema es favorable.
Ya John Dewey nos plantea un modo de
actuar correcto: «La responsabilidad de seleccionar
condiciones objetivas lleva, pues, consigo
la responsabilidad de comprender las
necesidades y las capacidades de los individuos
que están aprendiendo en un tiempo
dado»1
. De ahí la importancia que tiene para
un docente el buen conocimiento y la adecuada
comprensión de los procesos psicológicos internos
del alumno para un buen manejo y orientación
de la meta educativa por excelencia:
Aprendizajes de calidad o significativos.
De todo lo dicho anteriormente sí se debe
inferir que todo maestro que pretenda ser un
verdadero profesional de la educación deberá
poseer un marco teórico que oriente su actividad,
que lo haga ser capaz de propiciar aprendizajes
significativos, creativos e innovadores,
1 Dewey, Jhon. Experiencia y educación. 1.a
ed., Edit. Losada. Buenos Aires, 1967, p. 50.78
REVISTA DE INVESTIGACIÓN EDUCATIVA AÑO 8 N.º 14 (2004) IIE-FE-UNMSM
atendiendo a los rasgos que los alumnos de su
salón de clase poseen. Para ello, el docente tendrá
que ser capaz de crear situaciones diferentes,
en base a una o varias teorías del aprendizaje
que permitan al estudiante «aprender». David
Ausubel nos aclara que: «Es en base a una
teoría del aprendizaje como podemos establecer
nociones defendibles de la manera
como los factores decisivos de la situación de
aprendizaje-enseñanza pueden manipularse
efectivamente»2
.
En este sentido, el docente tendrá que
aplicar, rediseñar o inventar estrategias,
metodologías o técnicas que estén acorde con
lo que los alumnos necesitan para poder aprender.
Nuevamente Ausubel nos aclara este punto:
«Existe una relación íntima entre saber
cómo aprende un alumno y comprender
cómo influyen en el aprendizaje las variables
de cambio, por una parte, y saber qué hacer
para ayudarlo a aprender mejor, por otra»3
.
Nos queda claro, pues, que la enseñanza será
efectiva si se conocen y se manejan los principios
que regulan el aprendizaje.
Un profesional de la educación que conozca
los temas convencionales de la Psicología
Educativa, sobre todo los que se concentran
en la naturaleza del aprendizaje, tendrá clarísimo
que no será nada conveniente plantear, por
ejemplo, problemas abstractos a una niña de 6
años de edad, subestimar la capacidad intelectual
de los adolescentes o considerar negativo
el egocentrismo en un niño de 4 años; esto según
Piaget. Así mismo, un profesor al momento
de su evaluación deberá también valorar positivamente
el aprendizaje que uno de sus alumnos
realiza con la ayuda y soporte de uno de sus
compañeros y no apreciarlo de modo negativo;
tal como nos lo advierte Vigotski. Por otro lado,
buscar relacionar, en las estructuras cognitivas
de los alumnos, los conocimientos nuevos con
los precedentes, es el mayor legado que Ausubel
nos ha dejado. Éstos y muchísimos otros modos
de actuar más podremos adquirir de manera
adecuada si y sólo si revisamos y estudiamos
las principales teorías contemporáneas del
aprendizaje. Al respecto Rosa del Carpio de
Bermuy considera, entre otras, las siguientes
teorías que explican el proceso de aprendizaje:
4
a. Las Teorías Asociacionistas Estímulo-Respuesta.
b. La Teoría de la Jerarquización del Aprendizaje
de Gagné.
c. La Teoría Genética de Piaget.
d. La Teoría del Aprendizaje Significativo de
Ausubel.
e. La teoría del Aprendizaje por descubrimiento
de Bruner.
f. La Teoría Socio-cultural de Vigotski.
Por tanto, será valido decir que uno de
los rasgos más importantes del perfil del maestro
actual será su conocimiento de los principios
psicológicos generales y los del aprendizaje
en particular, en contraposición con la educación
tradicional que no se tomó el tiempo
necesario para mirar al interior del individuo que
aprende.
Antes de terminar mi exposición quiero
precisar la materia de estudio de la Psicología
Educativa, y de ahí su importancia para la labor
docente, desarrollado por Ausubel:
1. Descubrir la naturaleza de aquellos aspectos
del proceso de aprendizaje que afecten la
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